La amada de Dante. Beatriz Portinari.
Tan honesta parece y tan hermosa
mi casta Beatriz cuando saluda,
que la lengua temblando queda muda
y la vista mirarla apenas osa.
Ella se va benigna y humillosa
y oyéndose loar, rostro no muda
y quien la mira enajenado duda
si es visión o mujer maravillosa.
Muéstrase tan amable a quien la mira
que al alma infunde una dulzura nueva
que solo aquél que la sintió la sabe.
Saludo a Beatriz, en Vida Nueva.
Beatriz
de Dante, es una de las mujeres más amadas e idealizadas de la
literatura. Dante Alighieri y ella se conocieron de pequeños, ella tenía
8 años y él 9, era el año 1272.
Beatrice era hija de Folco
Portinari quien vivía cerca de la casa de los Alighieri. Los chicos se
vieron en muy pocas oportunidades y nunca se dirigieron la palabra,
pero Dante jamás olvidó la belleza de la pequeña niña, y marco para
siempre la inspiración de sus obras.
De ella, escribe Boccaccio
que era una persona gentil y agradable, con hábitos y palabras más
graves que las requeridas por su edad. Además, que tenía las facciones
del rostro muy delicadas y llenas también de belleza, tanto que muchos
la consideraban “casi un angelito”.
Beatriz se casó con Simona Di
Geri en 1287 y murió en 1290. Al enterarse de su muerte el autor
recordó aquel amor que sintió con tanta fuerza y que
decidió
hablar de ella en los poemas de “La vida nueva” y la convirtió en su
gran inspiración en el canto XXX del Purgatorio en su obra maestra La
Divina Comedia.