jueves, 10 de diciembre de 2015

Lady Macbeth sonámbula.



Henry Fuseli (o Johann Heinrich Füssli) fue uno de los mejores artistas británicos del romanticismo. Bueno, en realidad no era inglés, sino suizo, pero como se había ido a vivir a Londres, los británicos se lo apropiaron. Muchas de las pinturas de Fuseli se inspiran en las obras de Shakespeare, un autor que le fascinaba. En su época de estudiante en Zurich, había trauducido “Macbeth” al alemán.

                                           

En este tenebroso cuadro, tan del gusto romántico, Fuseli representa a Lady Macbeth, una mujer fría y ambiciosa que logra convencer al calzonazos de su marido para que asesine al rey Duncan de Escocia y hacerse así con el trono. La cosa se les va de las manos y acaban matando a varios personajes más. En una de las escenas más impactantes de la obra, Lady Macbeth, atormentada por la culpa, se levanta sonámbula y pasea hablando en sueños por el castillo, obsesionada con unas manchas de sangre imaginarias que no logra quitarse de las manos. Los únicos testigos son una criada y un médico, que aparecen aquí en segundo plano, un tanto espantados. No es para menos. La mujer da mucho miedo, con la antorcha, el pelo suelto y esa mirada desquiciada. Más que un ser humano, parece un fantasma. La oscuridad general de la obra hace destacar el resplandor amarillento de la antorcha sobre la figura de Lady Macbeth, un color que generalmente se asociaba con la locura.

No hay comentarios:

Publicar un comentario